Hernia inguinal en niños

¿Qué es una hernia inguinal?

Una hernia se produce cuando una sección del intestino sobresale a través de una zona débil de los músculos abdominales. Se observa una protuberancia blanda por debajo de la piel donde se produjo la hernia. Una hernia que se produce en la zona de la ingle se denomina hernia inguinal.

Ilustración de una hernia inguinal
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¿Qué causa una hernia inguinal?

Una hernia se puede desarrollar durante los primeros meses de vida de un bebé a causa de una debilidad de los músculos del abdomen.

A medida que un feto de sexo masculino crece y madura durante el embarazo, los testículos se desarrollan en el abdomen y después descienden hacia el escroto a través de una zona denominada canal inguinal. Poco tiempo después de que el bebé nace, el canal inguinal se cierra y evita que los testículos regresen hacia el abdomen. Si esta zona no se cierra completamente, un asa intestinal puede moverse al interior del conducto inguinal a través de la zona debilitada de la pared abdominal inferior y producir una hernia.

Si bien las mujeres no tienen testículos, sí poseen un canal inguinal, por lo cual también pueden desarrollar hernias en esta zona.

¿Quién está en riesgo de desarrollar una hernia?

Las hernias se producen con mayor frecuencia en los niños con uno o más de los siguientes factores de riesgo:

  • un padre o hermano que tuvo una hernia de niño;

  • fibrosis quística;

  • displasia del desarrollo de la cadera;

  • testículos que no descendieron;

  • anomalías de la uretra.

¿A quiénes afectan las hernias inguinales?

Las hernias inguinales se producen en los siguientes casos:

  • en entre el 1 % y el 5 % de los bebés nacidos a término;

  • en entre el 9 % y el 11 % de los bebés prematuros;

  • niños con antecedentes familiares de hernias inguinales;

  • con mayor frecuencia en bebés y niños con otras anomalías urogenitales;

  • con mayor frecuencia en el área derecha de la ingle, pero puede ocurrir en ambos lados.

Ocasionalmente, la porción del intestino que sobresale a través de una hernia puede atascarse y en ese caso ya no puede reducirse. Esto significa que el tramo intestinal no puede presionarse cuidadosamente para regresarlo a la cavidad abdominal. Cuando esto sucede, se puede perder el suministro de sangre hacia esa sección del intestino. El intestino necesita un buen suministro sanguíneo para mantenerse sano y funcionar correctamente.

¿Cuáles son los síntomas de una hernia inguinal?

Las hernias generalmente se producen en recién nacidos, pero es posible que pasen desapercibidas durante varias semanas o meses después del nacimiento. Los esfuerzos y el llanto no producen hernias; sin embargo, el aumento de presión en el abdomen puede hacer que una hernia sea más perceptible.

Las hernias inguinales aparecen como una protuberancia o inflamación en la ingle o en el escroto. La inflamación puede ser más evidente cuando el bebé llora y puede reducirse o desaparecer cuando se tranquiliza. Si el médico presiona suavemente esta protuberancia cuando el niño está tranquilo y recostado, generalmente se hará más pequeña o se hundirá en el abdomen.

Si la hernia no puede reducirse, la porción del intestino puede quedar atrapada en la zona debilitada del músculo abdominal. Los siguientes son los síntomas más comunes que indican que esto ha ocurrido. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • abdomen grande y redondo;

  • vómitos;

  • dolor o molestias;

  • enrojecimiento o decoloración;

  • fiebre.

Los síntomas de una hernia inguinal pueden ser similares a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre debe consultar a su médico para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica una hernia inguinal?

Las hernias se pueden diagnosticar a través de un examen físico a cargo del médico de su hijo. El médico examinará a su hijo para determinar si la hernia puede reducirse (puede volver a introducirse en la cavidad abdominal) o no.

¿Cuál es el tratamiento para las hernias inguinales?

El médico de su hijo determinará el tratamiento específico de la hernia inguinal según lo siguiente:

  • la edad, el estado general de salud y la historia clínica de su hijo;

  • el tipo de hernia;

  • si la hernia puede reducirse (introducirse en la cavidad abdominal) o no;

  • la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias;

  • su opinión o preferencia.

Para tratar una hernia inguinal se necesita una operación. Se reparará quirúrgicamente poco después de descubrirla, ya que el intestino puede atorarse en el conducto inguinal. Cuando esto sucede, es posible que se interrumpa la irrigación sanguínea hacia el intestino, con lo cual este puede dañarse. La cirugía de una hernia inguinal normalmente se realiza antes de que se produzca este daño.

Durante una operación de hernia, su hijo estará bajo anestesia. Se realizará una pequeña incisión en la zona de la hernia. La porción de intestino se colocará nuevamente en la cavidad abdominal. Luego los músculos se suturarán para unirlos nuevamente. En ocasiones, se utiliza una malla para ayudar a fortalecer la zona en la que se repararon los músculos.

¿Cuál es el pronóstico a largo plazo para una hernia inguinal?

Una vez que la hernia está cerrada, espontáneamente o por cirugía, es poco probable que vuelva a aparecer. La reaparición de la hernia sucede con una frecuencia ligeramente mayor si el intestino resultó dañado.

Última revisión: 11/1/2018
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